Judaismo en Ciudad de Panamá

La Ciudad de Panamá evoca imágenes de ciudades exóticas junto al mar, pero es mucho más que un destino de vacaciones con vistas al océano: es un lugar estratégico con una rica herencia cultural.

Además de los impresionantes desarrollos inmobiliarios y rascacielos modernos, los visitantes encuentran edificios coloniales bien conservados, bares elegantes, restaurantes exclusivos y boutiques de diseño. La ciudad ha recorrido un largo camino desde los días en que estaba unida a Colombia, y hoy en día, Panamá sigue siendo un punto de atención internacional gracias a su impresionante crecimiento económico y a la diversidad cultural de su sociedad.

La coexistencia pacífica entre musulmanes, judíos y cristianos está bien documentada, convirtiendo a Panamá en un lugar donde diferentes grupos étnicos comparten oportunidades y responsabilidades de manera entusiasta.

La colaboración económica entre judíos y árabes en Panamá ha ayudado a superar diferencias culturales y religiosas. Además, los conflictos políticos globales no han sido importados a Panamá, y las amenazas externas han sido mitigadas por intereses económicos compartidos. Este enfoque colaborativo ha transformado a Panamá en una potencia económica regional, permitiendo que las comunidades judías locales continúen prosperando bajo estas condiciones favorables.

Orígenes de la comunidad judía en Panamá
Aunque pequeños grupos de judíos llegaron a Panamá ya en el siglo XVI, las raíces de la diáspora judía panameña se remontan al final del dominio colonial español en 1821, cuando conversos españoles y portugueses buscaron refugio en América Central. Más tarde, judíos sefardíes y asquenazíes también se establecieron en Panamá.

La apertura del Canal de Panamá en 1914 atrajo a más judíos sefardíes provenientes de Israel y Siria, buscando oportunidades comerciales. En 1933, inmigrantes sirios fundaron la sinagoga ortodoxa "Shevet Achim", que sigue siendo la congregación más grande del país. La ola más reciente de inmigración judía ocurrió en la década de 1990, tras la caída del dictador Manuel Noriega.

La comunidad judía hoy en día
La mayoría de los judíos panameños residen en el barrio de Punta Paitilla en la Ciudad de Panamá, donde están involucrados principalmente en finanzas, comercio, bienes raíces y turismo. La comunidad es ampliamente reconocida por su éxito económico y ha llegado a ser una parte crucial de la sociedad panameña.

En el ámbito político, Panamá es único por ser el único país fuera de Israel que ha tenido dos presidentes judíos: Max Delvalle Levy-Maduro y Eric Arturo Delvalle Cohen-Henríquez, ambos miembros de la congregación Kol Shearith Israel.

La comunidad judía panameña es admirada por su compromiso con el judaísmo tradicional. Se estima que el 95% de los hogares judíos mantienen el kashrut. Además, la gran mayoría asiste a la sinagoga, observa el Shabat y educa a sus hijos en un entorno judío tradicional.

Panamá como un centro judío moderno
Con seis sinagogas, cinco escuelas judías, numerosos restaurantes kosher, supermercados y tiendas, la Ciudad de Panamá es un modelo de asentamiento urbano judío. Para aquellos que buscan una comunidad con fuertes lazos judíos que trabaja activamente para preservar sus tradiciones, Panamá es el lugar indicado.